Tal día como hoy pero de hace tres años, a las 2.40 horas, mientras la ciudad dormía, la pitufina llegó a nuestras vidas. Y las volvió del revés y marcó un antes y un después.
Y hay que decir que estamos encantados. Hay momentos de cansancio, en los que te planteas eso de "¿quién me mandaría tener hijos?" o "¿no se quedará nunca dormida?", pero es maravilloso tenerla con nosotros, viendo como va creciendo (demasiado deprisa), aprendiendo cosas nuevas cada día y haciéndonos reír con ganas.
Para que la conozcais mejor, os puedo decir que la pitufina es alegre, divertida, algo inquieta, le gusta Peppa Pig, Dora y Pocoyó, bailar las canciones de los Cantajuegos o de Ciudad Arcoiris, ir al teatro, jugar a mamás, papás y bebés con cualquier cosa que caiga en sus manos (piedras, lápices de colores, piezas de construcciones...), su comida preferida es el salmorejo, sus mejores amigas son Paula y Sara y sus mejores amigos son Nico y Marc, su profesora se llama Sandra y ella la llama Sandria, su color preferido es el rojo (y su segundo color preferido es el azul), no le gustan los guisantes ni los melocotones, aunque no los ha querido probar nunca, dice que las gambas le dan miedo, le gusta la paella que prepara su padre, a veces quiere dormir con nosotros, los animales le dan algo de miedo y solo le gustan de lejos, le encantan los toboganes y los columpios y así podría seguir durante mucho rato. Me maravilla que nos haya tocado la mejor hija que nos podía tocar, lo que me hace pensar que es increíble cómo los bebés eligen tan bien a sus padres, ya que cada padre y cada madre cree que tiene el retoño más maravilloso en casa, ¿o no?
Para celebrar su cumple le he hecho una camiseta especial de tres años con una tela chulísima de cupcakes. El nombre, en la parte de delante, y la fecha, en la parte de atrás, están hechos con una pintura especial 3D, muy divertida de usar y que queda muy graciosa.
