Limonerías en acción (XII)

El 11 de agosto fue el santo de la pitufina y le regalamos, entre otras cosas, la muñeca de Peppa Pig. Esa misma noche ya la llevó a dormir con ella. Vale que su cama está ya masificada y que son muchas las fieras que la acompañan por la noche (con otros objetos que varían de noche a noche, tales como un peine, un gorro o un cuento) pero me hizo ilusión que quisiera dormir con la muñeca que yo le había hecho.

Las pasiones de la pitufina van y vienen y nunca son demasiado duraderas -y aun menos cuando se trata de elegir muñeco con el que dormir por la noche-, así que está por ver si su idiilio con la muñeca de Peppa Pig durará mucho o no, con las intermitencias habituales... Pero me encanta que al ver algún capítulo de la serie ponga la muñeca encima de la tele, como queriendo que se meta dentro y se ponga a saltar charcos... ;)

La muñeca la podéis ver aquí.