martes, 5 de noviembre de 2019

Limoneando con la pitufina (XXI): varitas mágicas

No hace mucho os contaba que la pitufina eligió la temática de de Harry Potter para su cumpleaños. Y siempre que hacemos una fiesta con amiguitos nos gusta preparar algún recuerdo para que se lo lleven después de la fiesta (evito, siempre que me dejen los cumpleañeros, que sea una bolsa de chuches), así que mi madre tuvo la feliz idea de que hiciéramos una varita a cada amiga invitada. Digo "feliz idea" porque lo dijo después de ver una varita que hicimos en vacaciones la pitufina y yo, y que ya os enseñaré otro día, que nos costó mucho y resultó ser muy delicada, así que ni de coña podía plantearme regalar eso... pero una vez lanzada la idea, la pitufina quería a toda costa regalar una varita a cada una de sus amigas.

Dándole vueltas al tema y buscando por internet, vimos la posibilidad de usar jumping clay (no sé qué otro nombre tiene, lo venden en bazares chinos también, es como plastilina que se seca al aire y queda blanda y flexible) y el resultado fue una maravilla.


Es un material muy rápido de trabajar, es limpio, se seca bien, no hay que hornear y el resultado es una varita resistente, ligera y que sirve para jugar, que no se rompe con solo tocarla.
Dentro hay un palillo de madera, de los de comida oriental. Simplemente se trata de forrarlo con el jumping clay, poniendo la cantidad justa para que no quede demasiado suelto y después ponerle las decoraciones que se quiera.

Las hicimos todas del mismo color pero con formas diferentes y las decoramos con pintura con purpurina de diferentes colores (plateada, dorada y rosada).




Aquí fotos de cada varita con más detalle. Entre las amigas de la pitufina triunfaron.








¿Tú cuál prefieres?

martes, 15 de octubre de 2019

La primera década de la pitufina

Pues sí, resulta que el pasado domingo la pitufina, que hace nada era un bebé minúsculo, cumplió 10 años, estando ya convertida en una preadolescente total. Es curioso el tema de la percepción del tiempo, para ella han sido 10 años, con todos sus días, pero para mí han sido los 10 años más cortos que he vivido, como si se me hubieran esfumado de las manos...

Se ha convertido en una niña muy sensible, muy creativa, inteligente, curiosa, cotilla, con mucho nervio, con mucho genio, muy empática, muy leal, intensa para lo bueno y para lo malo. A veces me supera su vena preadolescente, pero no sé qué haría sin ella.

Y bien, como una década no se cumple cada día había que celebrarlo bien. El sábado tuvo celebración con sus amigas y el domingo con la familia, y me dijo que quería DOS pasteles decorados, que el de la fiesta con sus amigas siempre era más sencillo. 
El tema lo tenía claro, que lleva más de dos meses obsesionada con Harry Potter (he creado un monstruo, oigan).

Así que este fin de semana pasado me he sacado el título de "madre entregada", que espero que me dure unos días por lo menos...

El sábado por la mañana, preparé este pastel con un escudo kawaii de Gryffindor. Y por la tarde, nos lo comimos.




Y el domingo por la mañana preparé este otro con Hedwig llevando una carta de admisión a Hogwarts y el mensaje "Waiting for my letter from Hogwarts", porque la pitufina aun no ha cumplido los 11 y aun puede tener esperanzas de que le llegue...



Y por la tarde, nos lo comimos también. Un fin de semana muy light, sí...


Aquí podéis ver la mesa decorada entre las dos, le compré la guirnalda de Happy Birthday de Harry Potter, que me encantó, y unos globos bien grandes con un 10 y preparé snichts doradas con Ferrero Rocher (idea sencillísima pero muy resultona para una decoración mágica). Y ella se vino arriba y puso una varita, un puzzle 3D de una snicht, mini Funkos de Harry Potter, un cartel con el número de preso de Azkaban de Sirius Black y ya tuvo que parar porque no cabía la comida y la bebida...

martes, 17 de septiembre de 2019

Pastel de dinosaurios

Qué penita de blog, lo abandonado que estás, lo poco que te mimo,... y no por falta de cosas que mostrar, sino por falta de tiempo, para variar...

Me fui de vacaciones, volví y en todo este tiempo no he sacado un ratito para enseñar el pastel de dinosaurios que preparé para el cumpleaños del piratilla. ¡Y eso que me siento mega-hiper-super-muy orgullosa de cómo me quedó! 

Sin más preámbulos... ¡¡ta-ta-ta-chán!!


El piratilla, como la gran mayoría de sus amigos (no sé si generalizar y hablar de todos los niños de su edad, que me da a mí que sí...), desde unos meses a esta parte está loco por los dinosaurios y me pidió una fiesta de dinosaurios para sus 5 años. La dinoparty, la llamamos. Compré un montón de globos con forma de dinosaurio, unas máscaras de dinosaurio para regalar a cada niño, hice un llavero personalizado a cada uno con su nombre y un dibujo de un dinosaurio y el broche final fue el pastel. 

El piratilla, que lo ve todo fácil, quería un volcán, un t-rex y un tricerátops y yo no tenía muy claro si lo lograría o me quedaría un churro que solo se arreglaría decorando el pastel con alguno de sus muñecos de dinosaurios, pero me vine arriba y preparé los dos dinosaurios. Aquí ambos endureciéndose, con soporte para que no se les cayera la cabeza.



Y aquí ya colocados sobre el pastel.


Los amiguitos del piratilla FLI-PA-RON cuando sacamos el pastel (el piratilla también pero el día antes en casa) y al momento hubo un coro de gritos "yo quiero el trice", "yo quiero el t-rex", que logré saldar sin peleas.


Y no quedaron ni las migas... con la pena que me dio tener que cortarlo...

miércoles, 17 de julio de 2019

El piratilla cada vez lo es menos

¿Recordáis esta entrada que publiqué en 2014?
En cierta manera para mí es como si hubiera sido ayer, pero ya han pasado cinco años. La segunda mejor manualidad que he hecho nunca ya ha cumplido cinco años.



El piratilla es un niño despierto, inteligente, payaso, divertido, gruñón, cariñoso cuando quiere y rancio cuando le sale, movido, con buen corazón, que aún le gusta que me tumbe a su lado hasta que se duerma, que aún a veces busca tocar mi codo para relajarse (tienen unas cosas más raras estos hijos míos) y que en este momento de su vida está viviendo un enamoramiento con los dinosaurios, habiendo llegado a llorar porque se habían extinguido.

Como no podía ser de otra manera, todo su cumpleaños estuvo marcado por los dinosaurios. Le preparé una dino party para celebrar su cumple, con un pastel monísimo de dinosaurios y en su camiseta le puse un gran 5 y el dinosaurio que él eligió. El tiempo se me echaba encima y no la veo tan lucida como otras veces, pero a él le encanta, así que me doy por satisfecha.

miércoles, 19 de junio de 2019

DIY recuerdos de comunión

Hoy hace justo un mes que la pitufina hizo la primera comunión y ya sería hora que enseñara los recuerdos que preparamos juntas. Juntas, juntas, de esa manera, que ella me ayudaba cuando le apetecía, ejem ejem...


Preparamos unos portavelas muy cuquis a partir de unos botes de cristal que están en todos los bazares chinos. 


Por un lado, hay que pintar la tapa. Yo usé chalk paint que me había sobrado de cuando pinté las mesillas de noche de mi habitación, le di dos o tres capas de pintura y después le di una capa de barniz. Una vez seco, se puede dejar la tapa tal cual o se puede poner una foto, el nombre o lo que se quiera. Nosotras pegamos una foto de la pitufina con la fecha de la comunión. La foto estaba impresa en un folio normal y la pegamos con aironfix.

Y por el otro lado, la idea es decorar el bote. Nosotras pusimos una cinta de puntillas alrededor del bote, pegamos dos florecitas blancas y rematamos con una cuerda finita. 

Dentro pusimos una vela pequeña, de las que se llaman de te. Para que no se moviera de un lado a otro, opté por poner una gotita de pegamento y dejar pegada la vela.

Aquí os dejo más fotos de algunos de los portavelas que preparamos





Es laborioso preparar estos portavelas pero no en exceso y el resultado es un recuerdo personalizado y muy especial, porque tiene el encanto de lo hecho a mano y además participó la pitufina.

jueves, 23 de mayo de 2019

Corona de flores de Petits Tresors

El pasado 19 de mayo, la pitufina hizo la primera comunión. Desde el primer momento, cuando ella eligió hacerla, le dijimos que no eligiera pensando en una gran fiesta, en un vestido de princesa y en muchos regalos, porque para nada es esa la idea que tenemos de cómo debería ser una primera comunión. 

En cuanto al vestido y al peinado, a mí me gusta que vayan sencillas, son niñas, no son mini novias (es más, a mí las novias también me gustan sencillas) y el tema del vestido quedó solucionado fácil. Su prima mayor le dejó el suyo, la pitufina se lo probó, le encantó y todos los que estábamos allí coincidimos en que era perfecto. Y no le dimos más vueltas. Un vestido bonito y muy sencillo, aunque completamente blanco, sin ningún toque de color, por lo que inmediatamente me la imaginé con una corona de flores en la cabeza.


Y tras ver alguna webs y algunas coronas en tiendas físicas, di con la mejor opción: Petits Tresors, una página de Facebook que lleva Lorena, que había sido compañera mía del colegio, hace muchos, muchos años.

El trato con Lorena es genial y dejó que la pitufina eligiera entre todas las flores de las que dispone y que ella misma diseñara su corona. El resultado es precioso, una corona delicada, con unos tonos muy bonitos. Gustó a todos lo que la vieron.



 Os gusta, ¿a que sí? Pues el mérito es de Petits Tresors, y un poco de la pitufina...

jueves, 9 de mayo de 2019

DIY cirios de bautizo

No hace mucho me encontré con la tarea de comprar cirios de bautizo y no es tarea fácil. Puede que sea porque soy yo muy rebuscada y ciertas cosas no me gustan, que no digo que no... Los lisos sin más son sosillos, para qué negarlo. Y los decorados... no van conmigo. Algunos se ven tan recargados, con cinta (rosa o azul, no salgas de ahí) y unas volutas; otros tienen cigüeñas, chupetes, ositos o carritos de bebé, que si los niños ya están creciditos, como era mi caso, pues no pega nada. Sí vi algunos bonitos, personalizados con el nombre del niño/a, o con su foto, que te queda de recuerdo, pero en algún caso el precio se disparaba bastante y, no nos engañemos, el cirio se enciende un ratito y rápidamente pierde su protagonismo...

Total, que pensé que para eso lo personalizaba yo, quedaba totalmente a mi gusto y no tenía que invertir mucho dinero. Y la verdad es que logré lo que quería.


Por si a alguien le puede servir, os cuento:
- Compré dos cirios blancos y lisos (aunque lo del tamaño y el color ya va a gustos de cada uno).
- Compré cuerda fina.
- Compré florecitas de papel de tamaño pequeño.
- Pegué las flores con pegamento en los cirios (un poquito, solo para que no se movieran al poner la cuerda) y las até con la cuerda, dejando un buen trozo de cuerda para que contrastara sobre el cirio blanco.
- Y con unos rotuladores de purpurina que ya tenía escribí el nombre de los dos niños.

Fácil no, lo siguiente. En total no tardé ni una hora, fue más el rato de secarse la pintura que el de trabajo en si.

Detalle de la decoración de los cirios

viernes, 22 de marzo de 2019

Portafotos

Ahora que ya ha empezado la primavera, me ha parecido que es el momento ideal de, por fin, enseñar unos regalos que preparé en Navidad para unas amigas con las que siempre nos hacemos regalos artesanos. Que lo suyo hubiera sido enseñarlo en ese momento, no os diré que no...

La idea se la tomé prestada a Sara, de Mamis y bebés, que hace un tiempo publicó un post en el que enseñaba paso a paso cómo hacer unos portafotos con fieltro que me parecieron una monada. Lo podéis ver aquí, aunque yo cambié un poco el diseño, por no hacerlo exactamente igual, y usé aros de madera. 

La verdad es que es una manualidad que no tiene dificultad alguna y el resultado queda muy bonito, pero lleva su tiempo hacer las flores... Creo que la mayor complicación es tener paciencia para ir recortando y pegando pétalos, pero una vez va cogiendo forma esa paciencia tiene su recompensa. La foto no les hace justicia, se ven muchísimo más bonitos al natural.


En cada portafotos puse dos fotos, del mismo color, con sus tallos y hojas. A cada una de mis amigas les regalé dos portafotos, por lo que intenté que los colores de las flores de cada pareja de portafotos armonizaran.

Y ya por último, puse las fotos, que las he tapado porque son de ellas y de sus familias, pero ya os hacéis una idea de cómo queda el resultado.





No descarto hacer alguno para mí, a ver si encuentro un hueco dónde meterlo...

martes, 5 de febrero de 2019

M de Mireia

Este año en Navidad hicimos el amigo invisible con el grupito de amigas del trabajo y a mí me tocó Mireia, que toda ella es muy cuqui y le encantan los corazones, lo brillante, lo rosa, lo cuqui. Y di con el regalo perfecto para ella, pero también le quise decorar una M, con un papel lila con brillos, con flores y unos corazones. Muy ella.


¿Y a ti, te gustaría que te regalaran tu inicial decorada?

viernes, 11 de enero de 2019

Un regalo para Álvaro

Feliz año nuevo a todos. Si me descuido, se me pasa el mes de enero sin aparecer por aquí y sin desearos un feliz 2019...

Tengo este cuadrito pendiente de enseñároslo desde hace mucho tiempo, pero, un año más, los Reyes Magos no me han traído días de 30 horas de duración, así que sigo como el año pasado, con poco tiempo y muchas cosas... Pero más vale tarde que nunca, que dicen.

Este cuadro tiene una historia detrás que me encanta.
Resulta que el abuelo de Álvaro murió apenas un año y medio antes de que él naciese. Paco, el abuelo de Álvaro, vivió rodeado de mujeres: su mujer, sus dos hijas y su nieta. Cuando supieron que el bebé que estaba en camino era un niño, la tía del pequeño me comentó que a su padre le habría encantado tener un nieto y que solo nacer le hubiera hecho socio del Zaragoza (él era catalán de adopción y muy maño de sentimiento y, de hecho, sus amigos le conocían como "el Maño").

Cuando se planteó la posibilidad de hacerle un cuadrito a Álvaro, recordé lo que me había comentado su tía y pensé que sería un bonita idea, porque era un guiño a su abuelo, una forma de tenerle (más) presente. Lo planteé y gustó la idea.
Y, puestos a rizar el rizo, incluimos el equipo del padre (el Espanyol) y el de la madre (el Barça).

He de confesar que este cuadro ha sido un reto para mí. De fútbol sé más bien poco y, además, hacer el escudo del Zaragoza en fieltro y en tamaño reducido era poco menos que imposible. Se hizo lo que se pudo y el resultado digamos que tiene un aire al escudo y poco más, pero por lo menos el bebé sí lleva la equipación actual del Zaragoza. Más fácil fue hacer la pelota del Barça (¡¡sin escudo!!) y el periquito del Espanyol (¡sin escudo también!).


Me alegré mucho de saber que a la familia le había gustado el cuadrito, con ese significado tan especial para ellos.