miércoles, 22 de julio de 2015

Pirate party: pastel

El otro día el piratilla cumplió un año y ya me encargué de contároslo ;)
Ahora os vengo a contar que lo celebramos, por supuesto. Una celebración en casa, con poca gente, pero con su comida, su bebida, su decoración, sus regalos y su pastel. Todo pirata, claro está. Aquí una no se estruja mucho el cerebro y la idea es que al niño le acaben encantando los piratas o los acabe odiando, una de dos.
 
 
Este fue el pastel, con el pirata a juego con la camiseta de cumpleaños y con el cuadrito que le hice para su habitación. Sí, antes de que los más listos digáis que la boca es diferente ya os lo digo yo: es diferente. Es en rojo y con las "marcas de reír mucho" (cito textualmente a la pitufina) por petición de su hermana.
 
Esta vez no se me rompió ni se me rajó la cobertura de fondant, será que voy aprendiendo. Pero siempre tiene que pasar algo... Hice un primer bizcocho que quedó perfecto, le puse una capa de mermelada de fresa (mmmmm), hice un segundo bizcocho y, horror, quedó lleno de cráteres y caído de un lado. A saber qué hice mal... Pero a grandes males, grandes remedios: usé la mermelada de fresa como cemento para rellenar los cráteres y quedaron bien. También la usé para intentar solucionar que el pastel quedara caído por un lado, aquí el resultado no fue tan bueno pero algo hizo... Una vez cubierto con fondant no se notaba tanto...
 

 
 
 
El piratilla no le hizo mucho caso al pastel pero la pitufina dijo que hago los mejores pasteles del mundo, así que comprenderéis que ya me dio igual si el color de la cara del pirata me había quedado demasiado naranja o si el pastel quedaba un poco caído de un lado. Yo-hago-los-mejores-pasteles-del-mundo. Pitufina dixit.
 
Y ya puestos, os dejo una foto del rinconcito pirata, que me gusta cómo quedó, aunque no se ven los globos piratas que compré...
 

 

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