Bolsa para llevar pañales

Hace ya bastante tiempo desempolvé la máquina de coser e hice esta bolsa para guardar los pañales, caben tres o cuatro pañalitos y es para llevarlos de forma más ordenada en el bolso que cada madre/padre arrastra con las cosas del bebé.

 

Era un regalo y hasta hace poco no la ha recibido su destinataria, por eso no os la había enseñado antes. Pero en realidad la hice antes de reincorporarme al trabajo y me costó horas y sudores, deshacer y volver a coser. Hacer una bolsita como esta ahora, ya en plena vorágine de trabajo-niños-tareas domésticas-tener tiempo para mí (¡ja!) sería imposible, vamos, que cuando la terminara el bebé en cuestión ya habría superado con éxito la operación "fuera pañal".

 

 

 

En foto la bolsita es mucho más chula que al natural, eso hay que decirlo, porque al natural se ve que, pese a haber deshecho varias veces algunas costuras, me han quedado como las costas del Garraf (*que es una forma muy de aquí de decir que algo es cualquier cosa menos recta). Pero vamos, que tiene valor la bolsa, el valor de cada gota de sudor que me costó acabarla, jajaja. Mientras se pueda usar sin romperse ya me doy por satisfecha. Y si un día aprendo a hacer las costuras rectas, ya me doy con un canto en los dientes.

 

(* Otras expresiones curiosas que usamos en Barcelona: que "algo parece la Sagrada Familia" significa que su proceso es muy lento y que "algo parece las Ramblas" significa que no para de pasar/entrar y salir gente. Y tú, ¿qué geoexpresiones usas y qué significan?)

 

Limoneando con la pitufina (VII): Feliz día, padres

Antes de nada, felicidades a todos los padres, especialmente al mío y al de mis cachorros, porque son unos grandes padres.

 

A mí el día del padre y el día de la madre me gustan. Algunos diréis que es algo muy comercial y que blablablá, pues sí, no digo que no, pero a mí me gustan. Me gustaban especialmente en la etapa en que en el cole preparábamos una manualidad para regalar y me gustan especialmente desde que soy madre, porque ahora entiendo eso que me decían mis padres de pequeña, que el día del hijo es cada día. En el fondo, el regalo es lo de menos, un detallito, un extra de besos y de abrazos, un dibujo, algo que te haga sentir especial, como el dibujo que ayer le hizo la pitufina al limonero en el cole en el que escribió TE CIERO. Nunca pensé que una falta de ortografía pudiera ser tan adorable...

 

No sé si recordaréis que hace tiempo le regalamos al limonero una camiseta con un dibujo de la familia hecho por la pitufina. La podéis ver aquí.

Aún la tiene y aún la usa, pero había que actualizarla porque la familia ha crecido (y la técnica de dibujo de la pitufina ha evolucionado, eso también). Así que aprovechando que hoy es el día del padre, le hemos regalado la camiseta con la "foto familiar" actualizada:

 

 

El dibujo me encanta, solo que yo quería que me dibujara con el piratilla en brazos y la pitufina no quiso, lo quiso hacer en su hamaquita, que ha dibujado con todos los detalles, incluyendo los juguetes que allí hay.

 

Ahora decidme, ¿qué padre o madre se resistiría a una camiseta así? Yo no, desde luego, ya he decidido que me autorregalaré una camiseta de la familia, con el mismo dibujo o con otro, según decida la pitufina.

Limonerías en acción (XXXI)

Aún no habíais visto cómo le queda al piratilla su camiseta de monstruo, que os enseñé aquí. Luce menos sin verle su carita de niño guapo, pero ya os hacéis una idea...

 

 

A mí me encanta cómo le queda, me parece una camiseta muy graciosa para cualquier edad y más para un bebé, que a veces parece como si los estampados de la ropa de los bebé sólo pudieran ser dulces y tiernos (algunos hasta moñosos), con lo que molan los bebés con un look más "transgresor" (entre comillas, que esta camiseta de transgresora no tiene nada, pero supongo que ya entendéis a qué me refiero).

#100happydays: Días 91 a 100

Soy un desastre con patas. Me había olvidado del último recopilatorio de los #100happydays, reto que acabé el 14 de enero, ya va camino de dos meses. En fin... dicen que más vale tarde que nunca, ¿no?

 

Day 91: Ver las caras de ilusión de los niños, en especial la de la pitufina, a la que Melchor y Baltasar le han levantado el pulgar!

 

 

Day 92: ¡Vivir la locura del día de Reyes!

 

 

Day 93: Ir a recogerle después del primer día de guarde y que su profe me diga que ha ido muy bien y que ya está enamorada de él.

 

 

Day 94: Probar el regalo de Reyes del limonero, qué risa.

 

 

Day 95: Haber tenido la suerte de que hoy se durmieran pronto los dos y poderme tumbar en el sofá a mimar a mis virus varios. A ver si descanso y mañana estoy mejor.

 

 

Day 96: Ser la madre de Mickey Mouse, qué monada...

 

 

Day 97: Ir a pasear al lado del mar para estrenar la bici de la pitufina.

 

 

Day 98: Estrenar el mei tai que me trajeron los Reyes, pero poco rato, que aún le queda un poco grande a mi cachorro.

 

 

Day 99: Pasar un rato muy divertido probando ropa de la prima Laura para ver si le queda bien. La pitufina ha reconocido que no se quería probar la ropa pero que se lo ha pasado genial.

 

 

Day 100: Haber cumplido el reto encontrando cada día algo positivo, algo por lo que merece la pena estar viva.

Gracias por haberme acompañado día tras día a lo largo de este experimento.

 

 

Aquí tenéis las fotos de los días 1 a 10, aquí las de los días 11 a 20, aquí las de los días 21 a 30, aquí las de los días 31 a 40, aquí las de los días 41 a 50, aquí las de los días 51 a 60, aquí las de los días 61 a 70, aquí las de los días 71 a 80 y aquí las de los días 81 a 90.

 

¡¡Reto cumplido!!