Un nacimiento siempre es un gran acontecimiento, pero hay nacimientos que, si cabe, son más especiales todavía.
Los padres de Alex llevaban muchísimos años intentando tener un hijo y, por fin, ya tienen a Alex en brazos, que no ha podido elegir mejor casa en la que aterrizar porque le van a querer una barbaridad, igual que todos los que les conocemos.
Entre otros regalos, a Alex le regalamos este cuadrito de bebé, que es un guiño a su padre, compañero de pádel del limonero y de otros amigos del grupo.
Ahí tenemos al pequeño Alex con su pala de pádel, con su paletero (que supe lo que era precisamente porque hace un año me lo contó su padre), unas cuantas pelotas, su chupete y su biberón para hidratarse después del partido.
¿No os parece muy gracioso? A mí me encanta, un regalo simpático, alejado de los estereotipos más clásicos para bebés, y totalmente personalizado. A sus padres -especialmente a su padre- les gustó mucho y les hizo gracia la broma con el pádel.
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