viernes, 15 de julio de 2016

Feliz segundo cumpleaños, piratilla

Hoy el hombrecito de mi vida cumple dos años. Tal día como hoy pero de 2014, a las 12.40 horas, nació una cosita pequeña, bastante más pequeña de lo que esperábamos, frágil, que parecía que se nos iba a romper, tierno, dulce, tranquilo, adorable. Tan entrañable como todos los bebés pero más que ninguno, ya me entendéis...
Han sido dos maravillosos años de risas, de besos, de rabietas, de celos, de juegos, de despertarnos por la noche, de tener un bebé noctámbulo que no quiere irse a la cama, de preocuparnos porque parecía que iba retrasado psicomotrizmente, de correr tras él porque ahora camina, corre y trepa que da gusto, de reír con sus ocurrencias, de tener otro terremoto en casa, de lanzar juguetes por los aires, de morir de amor cuando les veo jugar juntos... en definitiva, de no poder ni querer recordar cómo era la vida sin él.

Por un lado, me da una pena terrible que crezca tan rápido pero, por otro, es tan bonito ver cómo cada día logra algo nuevo, nuevas palabras, nuevas habilidades...

La pitufina ha crecido que casi ni nos hemos dado cuenta y ya la vemos tan mayor... Por eso cuando nació el piratilla me prometí a mí misma que tenía que saborearlo más para hacerlo durar más, pero el tiempo se te escapa entre los dedos, quieras o no, y ese bebé adorable es ya un pequeño niño dulce y de mirada muy traviesa (lo que nos espera...).

Felicidades, chiquitronchi, muchas gracias por elegirnos para formar parte de tu vida.



Esta es la camiseta que le he hecho para celebrar su cumpleaños, con su primer ídolo, Pocoyo ("O", para los amigos), que aun le gusta pero que ha quedado un poco relegado por su nuevo amor, Peppa Pig ("Papí").

Pero creo que al pobre esto del cumpleaños le tiene desconcertado. Llevamos días diciéndole que será su cumpleaños y él nos dice que no, a veces sí que dice "do" (que cumplirá dos años), pero lo más normal es que se limite a negarlo. Esta mañana, cuando le hemos despertado con besos y felicitaciones, también nos ha dicho que no. Y más no cuando hemos insistido. Y al vestirle con la camiseta sí que ha señalado los muñecos diciendo "O" y "Papí", pero como si la cosa no fuese con él. Peeeeero me ha contado la madre de una compañerita suya que ya después en clase estaba más contento y que cuando le felicitaban señalaba la camiseta. Ahora ya ha entendido que hoy él es el protagonista y que su camiseta es especial, de cumpleaños.

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