El fondant es divertido

Si ponéis en Google "pastel fondant" encontraréis auténticas obras de arte. Son pasteles preciosos, me encantan y por eso, para el primer cumpleaños de la pitufina (que he de reconocer que ha sido el cumpleaños que más me ha gustado celebrar de todos los que he celebrado), quise que tuviera un pastel especial, distinto. Pero tan especial y tan distinto que decidí hacerlo yo, sabiendo que no quedaría tan bonito como si lo encargara pero que sería mucho más especial porque lo habría hecho YO para ELLA, con mucho más cariño del que podría poner cualquier pastelería (ya se sabe, madre solo hay una).

Estoy orgullosa del resultado, tiene defectos que a la vista están pero a mí me parece el pastel más bonito del mundo (y dejó a los presentes con la boca abierta). Y ya tengo en mente cómo será el pastel de su segundo cumpleaños...

Luego probé con cupcakes pero quedaron un poco así así porque no tenía molde y se espachurraron, pero ahora que ya tengo moldes de silicona repetiré la experiencia, a ver qué tal sale el tema...

Para el cumpleaños del limonero también hice un pastel y ya que él es futbolero hasta la médula, le hice un campo de fútbol. Sí, eso amarillo que hay en un extremo es el balón, que pretendía imitar los balones oficiales. Sin comentarios sobre mis conocimientos sobre el tema, vale? ;)

Y hace poquito me lancé con las galletas y quedaron muy bonitas, y muy buenas. Esta es una caja con 24 galletas, que fueron un regalo. Son chulas, ¿verdad? Y como regalo es bien original.

Trabajar el fondant es divertido, es como jugar con plastelina... Amasas, haces formas, te comes parte de la "plastelina" (como en la primera infancia), te manchas los dedos con el tinte y acabas mirando con orgullo tu obra.
Si alguien está interesado, que me lo diga, tengo escrito un mini-tutorial para iniciarse en el fondant y os lo podría mandar.