miércoles, 20 de mayo de 2020

Más varitas mágicas hechas con fimo


Os voy a confesar una cosa: la pitufina no es la única fan de Harry Potter que hay en nuestra casa. Yo fui leyendo los libros conforme se iban publicando y fui viendo las películas conforme se fueron rodando, el mundo de Harry Potter me atrapó hace muchos años y ahí sigo. Y tengo amigas tan potterheads como yo, justamente las amigas con las que cada Navidad hacemos un amigo invisible con regalos artesanales, así que ya veis, la pitufina no es la única que ha regalado varitas mágicas a sus amigas...

Como estas no estaban pensadas para jugar, las hice de fimo, que se trabaja mejor y da un mejor resultado. Y, como los hijos de mis amigas también son fans de Harry Potter y yo quería que las varitas fueran de mis amigas, y no de sus hijos, les puse su nombre, para evitar hurtos...
Y ya sabéis, la varita elige al mago, así que no me molesté en pensar qué varita sería para cada una de ellas, me limité a poner sus nombres en orden alfabético y elegir una varita al azar, sin mirar, para la primera de la lista; otra, sin mirar, para la segunda y así sucesivamente.


 Aquí tenéis las cuatro varitas, todas muy parecidas pero, a la vez, totalmente diferentes, para que cada una fuera única y especial.





 Y aquí cada una de las varitas. Sería maravilloso si pudieran hacer magia de verdad...

martes, 12 de mayo de 2020

Jardín de hadas

Bueno, parece que ni estando en casa por cuarentena dejo de ir apurada de tiempo. Me han llegado a dar envidia todos esos que dicen que se aburren en casa tanto tiempo, a mí sigue sin darme la vida para todo... ¡aburrirse hasta sería un lujo!

Hace tiempo una amiga le regaló a otra (esos amigos invisibles de regalos artesanales que hacemos...) un jardín de hadas muy mono. Me gustó pero nada más, quedó en el recuerdo. Pero debió quedar poso porque casi un año después me apeteció hacer uno para mí y fui buscando materiales hasta preparar el centro de mesa más bonito que he tenido nunca...




El proceso fue también divertido. Buscar una bandeja bonita (me encanta aunque si fuera algo más grande sería perfecta), buscar una casita (sin pretenderlo, tiene luz incorporada), la valla, las piedrecitas, los cactus (que son naturales, por supuesto), el cartelito, las setas... Y más no cabe porque la bandeja no es muy grande, pero me encanta cómo quedó.

De momento, me temo que es lo más cerca que estoy de tener una casita con jardín...