Hace un tiempo os mostraba unas varitas que habíamos hecho la pitufina y yo para regalar a sus amigas por su cumpleaños, ya que está en fase potterhead total y su cumpleaños fue, como no, con temática de Harry Potter (aquí podéis ver los pasteles que preparé).
Como ya os conté en su día, lo de regalar varitas mágicas a sus amigas surgió a raíz de una manualidad que preparamos juntas en verano. Hicimos una varita con fimo y la elegida fue, ni más ni menos, que la famosa varita de saúco.
Aquí la varita a medio hacer y la pitufina trabajando en los adornos
Dentro, igual que en las que ya os mostré, pusimos un palillo de comida oriental. La diferencia está en el material utilizado y en el resultado que el material proporciona.
Esta la hicimos con fimo, que a mi gusto se trabaja más fácil (con el jumping clay los detalles pequeños me parecen más difíciles de hacer) aunque a la vez es más fácil que al cubrir el palillo se te rompa la arcilla si la capa es demasiado fina.
En este caso, el acabado me gusta más, por el color y la textura que le queda a la varita. Pero es más delicado, ya que si cae la varita se puede romper la arcilla. La pitufina la tiene en su habitación y es uno de sus tesoros, pero no juega con ella para que no se dañe.
¿Y vosotros cuál os parece que ha quedado mejor?