miércoles, 14 de noviembre de 2018

Un nuevo cuadrito de bebé

Un nacimiento siempre es un gran acontecimiento, pero hay nacimientos que, si cabe, son más especiales todavía. 
Los padres de Alex llevaban muchísimos años intentando tener un hijo y, por fin, ya tienen a Alex en brazos, que no ha podido elegir mejor casa en la que aterrizar porque le van a querer una barbaridad, igual que todos los que les conocemos.


Entre otros regalos, a Alex le regalamos este cuadrito de bebé, que es un guiño a su padre, compañero de pádel del limonero y de otros amigos del grupo. 
Ahí tenemos al pequeño Alex con su pala de pádel, con su paletero (que supe lo que era precisamente porque hace un año me lo contó su padre), unas cuantas pelotas, su chupete y su biberón para hidratarse después del partido.

¿No os parece muy gracioso? A mí me encanta, un regalo simpático, alejado de los estereotipos más clásicos para bebés, y totalmente personalizado. A sus padres -especialmente a su padre- les gustó mucho y les hizo gracia la broma con el pádel.

martes, 6 de noviembre de 2018

El regalo del amigo invisible que Correos machacó

Esta entrada la tendría que haber escrito hace mucho tiempo, la verdad, pero quedó pendiente y se me fue pasando. Hablamos de la Navidad pasada, ahora que en nada nos meterán en la campaña navideña de este año, si no lo han hecho ya...
Participé en un amigo invisible entre otras compañeras artesanas y preparé un punto de libro que me quedó monísimo, aunque esté mal que lo diga yo.

Son unos pies de elfo con un mensaje muy positivo. Aquí podéis verlos desde otro ángulo.



Además, le mandé un anillo con camafeo de cabuchón.



El tema es que parece que en Correos debieron pisotear repetidamente el paquete, porque sino no se entiende que llegara en tal mal estado.


Los pies del elfo se rompieron en OCHO trozos, ni más ni menos. Hasta el anillo llegó roto. Y eso que, como se puede ver, iba todo muy bien embalado con plástico de burbujas.

Como no había manera humana de arreglar ese destrozo, la destinataria lo tiró a la basura y yo le hice otro regalo, para que no se quedara con las manos vacías, y ya me aseguré de que fuera totalmente irrompible, visto lo visto. Otro día os enseño el regalo sustituto.