¡Por fin hemos terminado la camiseta de Pato!
¡Y nos encanta el resultado!
Y lo mejor de todo, a la pitufina también le ha encantado, es que Pato es su ídolo... y a nosotros también nos gusta Pato, no podemos negarlo, con esa ironía tan suya...
¡Y nos encanta el resultado!
Y lo mejor de todo, a la pitufina también le ha encantado, es que Pato es su ídolo... y a nosotros también nos gusta Pato, no podemos negarlo, con esa ironía tan suya...
Hemos elegido hacerle con los ojos cerrados y cara de feliz, porque nos parece muy gracioso en esta imagen, y hemos puesto el nombre de la pitufina para que esa camiseta sea personal e intransferible.
Mañana la estrenará para ir a la guarde y la ventaja será que no va a ser necesario marcar la camiseta con su nombre... aunque puede que muchos de sus amiguitos le envidien la camiseta, no habrá duda de que es suya.
Aquí podéis ver a la pitufina con su camiseta, le queda bien, ¿verdad?
Patoooooooooooooooooooo !!!!
ResponderEliminar¡Qué súper chula! ¡Te ha quedado genial!
ResponderEliminarEs una pasada el fenómeno de los niños con Pocoyó; ahora en la farmacia tenemos un rinconcito infantil con una mesita con colores para que puedan pintar mientras los padres compran y los dibujos de Pocoyó son los que vuelan primero (cada mañana imprimo unos cuantos, en blanco y negro, para los que prefieren colorear sin inventarse un dibujo propio). Un día, hace poco, un niño incluso me ehcó en cara que no quedaba ninguno.
¡Ah, y todos se saben perfectamente los colores de todos los personajes, eh!
La pitufina no sabe los colores pero hoy, con su plato de Pocoyó y con unas pinzas de la ropa de colores ha encontrado el color de cada uno de los personajes. Pocoyó rules!
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