Hola, hola, hola, ayer el piratilla cumplió 6 añazos. Y nos merecíamos una fiesta, que han sido meses muy duros (y lo que nos queda todavía) y ha habido muchos cumpleaños que se han quedado sin celebración, así que, ya que las circunstancias lo permiten (y no sabemos si seguirá siendo así), había que celebrar el suyo sí o sí. Aunque fue una celebración adaptada a los tiempos que corren, con muy pocos amiguitos, con parte de la familia, al aire libre, con un juego que permitiera la mayor distancia posible entre los niños (guerra de pistolas de agua, de la que no se cansaron en toda la fiesta), mascarillas y mucho gel hidroalcohólico.
Quizá lo suyo este año hubiera sido comprar un pastel ya hecho, que se supone que tiene más garantías sanitarias, pero el piratilla quería sí o sí que se lo hiciera yo y que fuera de su última obsesión: Super Mario. Así que con mascarilla y lavándome las manos mucho más que lo que acostumbro al cocinar, preparé este pastel:
He de decir que, de entrada, mi señor hijo se enfadó porque no había puesto en 3D un personaje que me pareció lo siguiente a complicadísimo, que una conoce sus limitaciones. Pero luego, al ir añadiendo detalles y personajes le fue gustando cada vez más.
El muñeco de Luigi en un coche es un juguete, no es de fondant, y era una sorpresa para él, no lo había visto hasta que le sacamos el pastel en la fiesta, así que fue el toque perfecto para su pastel y para olvidar el otro personaje que no llegué a hacer...
Por cierto, a tener en cuenta en cumpleaños en la era del coronavirus: no sirve de nada tener mucho cuidado al preparar el pastel si después se sopla la vela sobre él, llenándolo todo de microgotas. Pusimos la vela, le hicimos fotos con el pastel y la vela y después la sacamos, apartamos el pastel, encendimos la vela aguantándola yo (que convivo con el piratilla y sus microgotas) y sopló. Porque la alternativa, soplar con mascarilla, es muy, muy complicado...