Qué penita de blog, lo abandonado que estás, lo poco que te mimo,... y no por falta de cosas que mostrar, sino por falta de tiempo, para variar...
Me fui de vacaciones, volví y en todo este tiempo no he sacado un ratito para enseñar el pastel de dinosaurios que preparé para el cumpleaños del piratilla. ¡Y eso que me siento mega-hiper-super-muy orgullosa de cómo me quedó!
Sin más preámbulos... ¡¡ta-ta-ta-chán!!
El piratilla, como la gran mayoría de sus amigos (no sé si generalizar y hablar de todos los niños de su edad, que me da a mí que sí...), desde unos meses a esta parte está loco por los dinosaurios y me pidió una fiesta de dinosaurios para sus 5 años. La dinoparty, la llamamos. Compré un montón de globos con forma de dinosaurio, unas máscaras de dinosaurio para regalar a cada niño, hice un llavero personalizado a cada uno con su nombre y un dibujo de un dinosaurio y el broche final fue el pastel.
El piratilla, que lo ve todo fácil, quería un volcán, un t-rex y un tricerátops y yo no tenía muy claro si lo lograría o me quedaría un churro que solo se arreglaría decorando el pastel con alguno de sus muñecos de dinosaurios, pero me vine arriba y preparé los dos dinosaurios. Aquí ambos endureciéndose, con soporte para que no se les cayera la cabeza.
Y aquí ya colocados sobre el pastel.
Los amiguitos del piratilla FLI-PA-RON cuando sacamos el pastel (el piratilla también pero el día antes en casa) y al momento hubo un coro de gritos "yo quiero el trice", "yo quiero el t-rex", que logré saldar sin peleas.
Y no quedaron ni las migas... con la pena que me dio tener que cortarlo...