Como ya empieza a ser tradición, el otro día fui a cenar con unas amigas y nos hicimos regalitos de Navidad, tantos que parecía que habían pasado ya los Reyes Magos. Como siempre, los regalos tenían que estar hechos a mano.
Yo les preparé tres regalitos a cada una, tres regalos sencillos pero
que juntos no estaban mal... Hoy os enseño uno de los regalos, otro
día más.
Les hice unas sales de baño caseras. Es muy, muy fácil y quedan genial. Hay que usar sal gorda, la tiñes o no al gusto (yo lo hice con colorante alimenticio para teñir fondant) y las bañas bien con el aceite esencial que elijas. Yo lo puse de jazmín y huelen de vicio...
Además, decoré los frasquitos con una flor azul y una cinta de encaje. A la pitufina, que hace un tiempo que ha descubierto la gracia de darse un baño relajante con sales, le pareció un regalo de lo más...
Por cierto, aquí podéis ver todos mis regalos. Decidme si no es como para estar contenta...