Estas vacaciones hemos estado muchos días en casa, ya que hasta que no coincidimos de vacaciones el limonero y yo no nos pudimos ir fuera. Y cuando digo en casa, digo en casa. Por las tardes, ya que el que trabajaba en ese momento siempre tenía jornada intensiva, sí hacíamos planes chulos los cuatro cuando ya pegaba menos el calor, pero por las mañanas no había narices de salir de casa. Un día los intenté llevar al parque y tras visitar los tres parques más cercanos a casa, constatar que no hay una bendita sombra y sudar la gota gorda por el camino decidí que por las mañanas no se salía de casa. Y que ya buscaríamos qué hacer.
Y, entre otras cosas, la pitufina y yo tuvimos este atrapasueños como proyecto. Yo hace mil años que tengo uno al lado de mi cama (ya ha estado al lado de tres camas diferentes, en tres paredes diferentes) y un día me estuvo preguntando por él y dijo que quería uno. Le iba a comprar uno, asumiendo que no sería tan especial como el mío (que trajeron mis padres de una reserva de indios de Canadá, ellos que saben que me encantan los nativos americanos...), pero entonces vi un tutorial para hacerlo nosotras y no hubo duda, así sería tan especial como el mío. Para que fuera de "auténtico origen indio", confieso que nos pintamos las caras con pinturas de guerra mientras lo hacíamos...
Lo primero es hacer un círculo con alambre y cubrirlo de lana (o antelina, o lo que queráis), del color que se os antoje. Rojo para la pitufina, por supuesto.
Aquí la tenéis cubriendo el alambre y abajo tenéis el resultado.
Después hay que hacer la red de dentro, insertando -si queréis- algún adornito. Esta parte la hice yo y no fui capaz de lograr que quedara ningún dibujo geométricamente bonito. Quedó lo que quedó y andando.
Los adornos los eligió y distribuyó la pitufina
Y ya después solo quedó que la pitufina eligiera qué plumas quería y cómo las quería colocar y con esto terminamos nuestro atrapasueños, que nos entretuvo varios días.
Chulo, ¿verdad?
No tengo foto de cómo queda colgado en su habitación, a ver si me acuerdo algún día y la hago...