Decorando la cara B de mi mei tai

Lo que hoy os enseño no tiene apenas mérito por mi parte, ninguno que no sea el de saber coger una aguja, enhebrarla y hacer punto de festón, pero me hace tanta ilusión tenerlo por fin cosido que tenía que compartirlo. Además, hoy es mi cumpleaños, así que yo mando y elijo mostraros mi mei tai tuneado...

 

Os pongo en antecedentes. Me encanta el fular Ascend de Natibaby (en el enlace podéis ver varias imágenes) pero es una edición limitada y no es fácil de conseguir.

Me gusta por el motivo que tiene y también por lo que significa, es un diseño para honrar la memoria de los bebés que murieron antes de nacer o solo nacer. Sé que últimamente estoy algo pesada con el tema y que parece que viva obsesionada y deprimida, pero os aseguro que para nada es así, simplemente se trata de un hecho de mi historia personal que me ha marcado y del que no me escondo, pero que tengo ya trabajado, interiorizado y superado, solo que no lo olvido porque forma parte de mí. El que haya dos entradas tan seguidas que hablen del tema es solo casualidad.

 

Pues eso, que me encanta ese fular y tenía en mente, cuando el piratilla era todavía un recién nacido, encargar un mei tai con el panel de fular Ascend, pero no logré ningún retal así que acabé encargando un mei tai con otro estampado y el resultado me parece espectacular. El mei tai lo podéis ver en las fotos y es obra de Yocosocositas (el mío es el de las matrioskas, hecho completamente según lo pedí yo). Y muchos meses más tarde tuve la oportunidad de comprar un retal del Ascend, no muy grande pero suficiente para coserlo en la cara interna del mei tai.

 

Estos días de Semana Santa por fin he encontrado el tiempo para coserlo y ahora tengo un fantástico mei tai reversible con el fular que siempre quise, un homenaje a los bebés estrella que abraza a mi bebé arcoíris.

 

Y aquí nos podéis ver al piratilla y a mí luciendo el mei tai y el retal de Ascend...

 

(foto algo torcida hecha por la pitufina)

 

 

Unos cuadritos para unos mellizos

Ya puedo enseñaros una de las cosas que me ha estado ocupando estos días: dos cuadritos preciosos para unos mellizos que son niño y niña.

El encargo fue hacer los cuadritos y que estos fueran alusivos a Lleida, que es de donde son los "mellis". Y ahí mi cabeza empezó a pensar... qué hacer y cómo hacerlo... La verdad es que me lo he pasado bien con estos cuadritos, con el proceso de pensarlos, de dibujar bocetos, de hacerlos y ¡de ver el resultado!

 

A mí llamadme simple, pero a mí es decirme Lleida y pensar al momento en el aplec del caragol, una fiesta que se celebra en Lleida desde 1980 en la que los protagonistas son las colles (como peñas), los caracoles y la música y que atrae a muchos visitantes.

Los caracoles es de esos platos que o te encantan o los odias. Y a mí me encantan.

Así que con todo esto... salió el cuadrito de Adrià.

 

Con su nombre, su fecha de nacimiento y un bebé cabalgando sobre un caracol, junto con otros caracoles que llevan pañuelos en el cuello (como cualquier collista de pro) y estandartes de las colles. ¡Y que no falte el allioli!

 

Para el otro cuadrito no podía dejar de escoger la Seu Vella, la catedral antigua de Lleida y símbolo de la ciudad. Está sobre un cerro, por lo que se ve desde cualquier parte y tiene unas buenas vistas sobre Lleida.

 

En el cuadrito de Aina, además de su nombre y de su fecha de nacimiento, tenemos a una bebé tocando las campanas de la Seu Vella. Y a un lado, lo Marraco, otro de los símbolos de Lleida, forma parte de los gigantes de la ciudad y desfila en todas las fiestas populares sacando humo por la nariz. ¡Qué guerra me dieron las uñas de sus garras!

 

He disfrutado con este encargo y creo que eso se nota en el resultado: han quedado preciosos los dos.  Las personas que me los encargaron quedaron muy contentas con el resultado y en breve sabremos la opinión de los destinatarios finales (de sus padres, vamos, los bebés tardarán en opinar), pero estoy convencida de que les va a encantar el regalo.

 

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Edito para decir que los cuadritos ya fueron entregados a los padres de Adrià y Aina y les gustaron mucho. La abuela paterna llegó hasta a emocionarse. Qué contenta me ponen estas cosas...



Limoneando con la pitufina (X): arcilla

A falta de poderos enseñar unas cosas que ya tengo listas y de acabar otras cosillas, os traigo un busto que hizo la pitufina.

 

Esta es una de las manualidades "sucias" pero que encantan a los niños. Sentir el tacto frío y húmedo de la arcilla, modelar algo, dejar endurecer y guardar después las "obras de arte". Seguro que de pequeños os gustaba, ¿verdad que sí? Pues poned una bata o una camiseta vieja a vuestros peques (la camiseta que les vaya grande, que así cubre más), proteged la superficie en la que van a trabajar (yo para cosas así uso bolsas de basura y las pego con celo para que no se muevan) y ¡a crear!

 

De todas formas, esta figura la pitufina no la hizo en casa, fue una actividad del colegio en un taller de bellas artes que visitaron, pero se puede hacer perfectamente en casa y pasar un buen rato. Esta actividad era dirigida: el rostro humano con volumen, pero en casa podéis dejar rienda suelta a la creatividad y que hagan lo que quieran.

 

 

¿Verdad que la pitufina tiene madera de artista? Pues tendríais que ver cómo dibuja para tener seis años, igual es que yo he perdido la objetividad, que también, pero creo que tiene talento (y el limonero también lo cree, pero tampoco es muy objetivo, la verdad).

Anillos, colgantes y pendientes camafeo con cabuchón (VIII)

Vuelvo con más camafeos, que sé que os gustan...

 

¿Recordáis los colgantes que hice para mi prima y mi tía? Esos en los que se veía el monasterio de Meritxell y de Núria. Pues mi madre, que también tiene un monasterio a su nombre que también tiene nombre de una Virgen con monasterio, dijo que ella también quería uno. Y aquí está: un colgante con el monasterio de Montserrat y las peculiares montañas que lo rodean.

 

Y a mi padre, para que no fuera menos, le hice un llavero con una imagen espectacular que yo solo he visto en foto y que mis padres tuvieron la suerte de ver en directo hace pocos meses (mientras a mí me comía la envidia): el Perito Moreno.

 

 

Este otro colgante fue un regalo para una amiga, a la que conozco hace muchos años (más de diez, quizás unos quince) pero a la que no he visto en persona. En la imagen, unos paisajes increíbles que le son cercanos, los de la Quebrada de Humahuaca.

 

  

Y por último, un anillo con un hibiscus. No es el primero que hago ni será el último, queda tan bonitos... me he convertido en una fan de los hibiscus.

 

 

 

Ya sabéis, si queréis un colgante, unos pendientes, un llavero, un anillo, totalmente a vuestro gusto, con la imagen que más os guste, solo tenéis que decírmelo.