Peppa Pig para un cumpleaños

Hoy es mi cumpleaños, aunque cada vez me guste menos porque veo que la edad que pone en mi DNI cada vez difiere más de la edad que yo siento que tengo.

Pero a lo que íbamos, que hoy tocaba hablar de cumpleaños pero no del mío...

 

Esta camiseta que os enseño es un regalo que la madre de Vinyet me encargó para el segundo cumpleaños de su hija.

 

La madre de Vinyet llegó al blog de casualidad y no buscando artesanía, pero ya que estaba fue echando un vistazo y se encontró con esta camiseta, que le encantó, y me pidió una parecida para el cumpleaños de su hija que, ¡cómo no!, es fan de Peppa Pig. Dijo que no era necesario que fuera en verde pero que le gustaba mucho la combinación de verde y rojo, así que di vueltas hasta que encontré una camiseta de un color verde manzana chulísimo y ahí tenéis el resultado.

 

A la madre de Vinyet le ha encantado cómo ha quedado, ahora solo falta esperar la cara que pondrá la pequeña cuando vea su camiseta.

Regalo handmade para el piratilla

Lo que os enseño hoy no lo he hecho yo sino mi madre.

Hace unos días apareció con un regalo para el piratilla que había hecho ella. Es un móvil para colgar encima de la cuna, que representa una nube con unas gotas de lluvia.

 

¿Verdad que es mono? Ella tiene más gracia que yo con la máquina de coser, anda que no habría sudado yo con la forma de la nube...

 

 Lo mejor de todo es que yo tenía pensado hacerle algo parecido al piratilla, pero seguramente habría sido en fieltro. Ella vio algo por el estilo en una tienda y le gustó la idea, yo vi algo por el estilo en internet y me gustó la idea. Pero ella se me adelantó (y me ahorró el trabajo, jejeje).

 

Por ahora, la habitación del piratilla es apenas un proyecto, al que tendremos que ponernos con ganas pronto para que no nos pille el toro, pero cuando ya esté preparada y el móvil esté colgado, espero acordarme y enseñaros alguna foto.

Regalo para Àlex

La pequeña Alexandra (Àlex para los amigos) nació hace más de un mes y hoy por fin hemos podido ir a conocerla. Lo que cuesta encontrar una fecha que nos vaya bien a todos, parece mentira, que lo hemos intentado varias veces y van surgiendo complicaciones, parece que sea necesario que se alineen los astros para lograrlo. Y hoy parecía que se alineaban pero no, algo se habrá desajustado en el universo, porque en el último momento unos no han podido venir porque se les ha puesto mala la niña...

 

A lo que íbamos. Uno de los regalos de Àlex ha sido un pastel de pañales, ¿cómo no? Si es que además teniendo un hermano mayor con el que se lleva poco tiempo, pocas cosas necesita en realidad, pero los pañales siempre van bien y se usan a puñados.

Este es el pastel.

A parte de los pañales, lleva un libro para jugar en la bañera, un vaso de aprendizaje, un babero con su nombre, un gorrito y un peluche.

Aquí un detalle del peluche, que con el celofán y el lazo no se ve demasiado. Es la única concesión al rosa y a los colores delicados, que a los padres de Àlex les van los tonos pastel y el rosita tanto como a los que hacíamos el regalo...

Aquí el babero, en el que cosí su nombre.

Y os dejo también el regalo que la pitufina ha querido preprararle a Àlex, ¡si es que mi peque es toda una artista! Hasta ha escrito su nombre y el de Alexandra, sin abreviatura, que dice que Àlex es de niño...

Mis pinitos con el trapillo

El pasado 1 de marzo fui con una amiga a un curso de iniciación al trapillo en De Trapillo con Tatadelacasa. Las dos no sabíamo nada sobre trapillo, reconocer lo que es el trapillo y nada más. Y de entrada nos sonaba todo a chino, que si punto bajo, punto medio alto, punto alto, doble punto alto, pero oye, que al final en un rato ya nos íbamos apañando, diferenciando cada punto e íbamos tejiendo un algo irreconocible solo por practicar los puntos.

 

Pero de ahí ya pasamos a hacer un cestito. Que es sencillo a más no poder pero cuando llegas al curso y te dicen que vas a hacer, en dos horas y media, un cesto, cuando no has cogido un ganchillo en tu vida, no crees que sea posible. Pero sí, tras practicar durante un buen rato los diferentes puntos, pasamos a hacer la cesta, que solo combina punto bajo y punto raso para cerrar. Lo más complicado es hacer los incrementos, que es fácil descontarse.

 

Et... voilà!

 

 

Aquí la cesta. No tiene mala pinta, ¿no?



Y además de los puntos y de cómo hacer una cesta básica he aprendido que me gusta más el trapillo liso. De entrada, viendo las bobinas me gustaban más las que combinan colores pero luego, viendo cómo quedaron las cestas con trapillo liso, creo que el resultado es más bonito. La próxima que compre será lisa.

 

Ahora, con lo que queda de esta bobina, haré otra cesta más y quizá hasta me atrevo, con algún tutorial de internet, a ponerle asas. ¡A ver qué acaba saliendo! Y nos apuntaremos a otro curso, eso ya lo dijimos al salir.

 

¿Sabéis lo mejor? Que los puntos son los mismos para el crochet, así que algún día, ni sé cuándo, también caerá, también caerá...

Limoneando el Carnaval (III): disfraz de hada

Así como el año pasado la pitufina fue la más original de todo infantil, al querer ir de árbol, este año ha sucumbido de pleno en la obsesión por el rosa y en la fascinación por las princesas Disney y se quería disfrazar de Rapunzel, con el vestido que le trajeron los Reyes. Y de ahí no la sacabas.

Pero yo sabía que habría un porrón de princesas e intenté convencerla para que cambiara de idea, ofreciéndole alternativas, a todas me decía que no hasta que le sugerí disfrazarse de hada. Pero no un hada normal, sino de reina de las hadas, que tiene más categoría. Eso sí le gustó y dijo que quería llevar corona, ella ya se veía con una tiara llena de diamantes falsos, pero le dije que mejor una corona de flores y pareció gustarle la idea.

 

A partir de ahí si le preguntabas de qué se iba a disfrazar, ella contestaba que... de REINA DE LAS HADAS DE LA PRIMAVERA.

 

Y aquí la tenéis.

El disfraz es muy sencillo de hacer, aunque requiere más trabajo del que parece a simple vista.

La falda ya la teníamos, es de H&M y se la regalaron en su último cumple. Es de tul, de color rosa, lila y verde. Y a partir de ahí imaginé el resto.

Compré una camiseta lisa, tul rosa, goma eva (o foam) con purpurina, goma elástica y una varita.

El tul es horroroso de trabajar, que lo sepáis, es muy bonito, muy etéreo, pero es un coñazo engorro trabajarlo.

 

A lo que iba, cómo hacer el disfraz.

Cosí unas mangas de tul a la camiseta e hice muchas flores de tul, como la de la foto.

Cosí unas cuantas flores en la camiseta. Otras las cosí a la goma elástica para la corona, poniendo en el centro una flor que una niña de su clase regaló a la pitufina y que, sí o sí, tenía que estar en el disfraz. Cualquiera le dice que no... así que el girasol se quedó en la corona.

Y con otras hice unos adornos para los zapatos.

 

Con la goma eva hice las alas y les cosí goma elástica para que se las pudiera colocar a modo de mochila. Que sepáis que esta goma eva que lleva purpurina la va soltando por todas partes (por todas digo, cuando le quité el disfraz a la pitufina tenía algo de purpurina hasta en el culete!), a día de hoy, tras haber barrido y fregado, aun queda "polvo de hadas" por casa.

Y ya, el disfraz no tiene más misterio pero nada puede pagar lo contenta que estaba ella y lo guapa que se la veía, con un disfraz único, porque hadas puede haber muchas, pero si lo hacemos en casa el disfraz será único, diferente a cualquier otro, que si todo el barrio compra el disfraz en la misma tienda acaba pasando que todo el mundo va igual o casi...

Y ahora os cuento el resultado del desfile de Carnaval del cole de la pitufina.
Si el año pasado dije que por lo menos la mitad de las niñas de infantil iban de princesa, me quedé corta. Diría que por lo menos el 75% de las niñas iba de princesa, este año había un montón de Elsas pero, sorprendentemente, ganaban las Blancanieves. De niños, ganaba Spiderman.
En cuanto al resultado personal en la pitufina, fue agotamiento por tanta excitación, que se cargara una de las alas (qué rabia, el año pasado la goma eva del disfraz aguantó) y que uno de sus zapatos acabara roto en el cierre (que ya era de esperar, la verdad, que por la mañana me di cuenta de que estaban así así). Podría haber sido peor, pero por suerte las fotos las saqué por la mañana...

Aquí y aquí podéis ver los otros disfraces que le he hecho a la pitufina.