miércoles, 29 de enero de 2014

Don Iris y el Hada Mariana

El pasado 18 de enero fuimos a ver a Juan "D" y Beatriz. Son unos chicos la mar de majos, ellos componen sus canciones, crean sus coreografías y, lo mejor, tienen mucho feeling y mucho cariño para todos los niños (después de cantar y bailar en el escenario durante hora y media o más, atienden a todos los pequeños fans que los quieren saludar, lo que les puede suponer más de una hora, y tienen palabras cariñosas y besos para cada uno, haciéndoles sentir muy especiales). Por eso, la pitufina les adora. Y nosotros también.
Así que unos días antes del espectáculo, el limonero le preguntó a la pitufina si quería que yo les preparara un regalo a Juan "D" y a Beatriz y, por supuesto, a ella le pareció genial la idea. Así que me puse a coser a contrarreloj, que ya se le podría haber ocurrido la idea antes...
 
Les preparé un broche a cada uno, uno de Don Iris, que la pitufina dijo que era para Juan "D", y uno del Hada Mariana, que dijo que era para Beatriz.
 
 
(Por cierto, pregunta para nota, a Don Iris le falta un color, pero es que del tamaño que lo hice no le cabían todos los colores y no tenía tiempo de repetirlo. ¿Qué color le falta?)
 
Y después del espectáculo, la pitufina pudo saludar a Juan "D" y Beatriz y darles nuestro regalo, que les gustó mucho.
 
 
Aquí la pitufina con Juan "D". Él ya se había puesto nuestro broche.
 
 
Y aquí Beatriz firmando el libro a la pitufina y también lleva el broche que le regalamos.
 
 
Y aquí los tres juntos. Aunque le hayamos tapado la cara a la pitufina os aseguro que su sonrisa es tan grande como la de Juan "D" y Beatriz.
 
 
Juan "D" y Beatriz, esperamos volver a veros pronto. Y espero que los broches resistan, que con lo que los toqueteó la pitufina mientras esperaba para veros no sé cómo los debió dejar...  :)
 
 

viernes, 24 de enero de 2014

Sudadera para Amara

Esta sudadera fue el regalo de una hermana a otra hermana. Era un regalo de Reyes, pero de los que lleva el paje de los rezagados. Si es que lo digo siempre, la artesanía necesita tiempo, ¡no podéis dejar los regalos para el último momento!
Pero bueno, aunque el regalo llegara algo tarde Amara quedó muy contenta con su sudadera y no le importó la espera.


Por delante lleva una Peppa Pig saltando charcos y por detrás lleva su nombre en pintura 3D.

 
Y la sudadera es muy agradable de tacto y muy suave. Es la primera vez que hago una sudadera para adultos y me han encantado estas sudaderas, igual me compro una para mí y me la limoneo...

sábado, 18 de enero de 2014

Aborto: uno de cada cinco

 
Escribo esto, tan diferente a lo habitual, porque en estas fechas me estaría convirtiendo, si todo hubiera ido bien, en madre por segunda vez. Pero se torció, perdí al bebé y entré en una realidad que hasta entonces desconocía. Y precisamente porque se desconoce quiero hablar del tema, darle voz, darles voz a otras personas que han sufrido o están sufriendo una pérdida similar.
Perder un embarazo duele. Y duele mucho. Te sientes vacía, deprimida, todo pierde el sentido, y da completamente igual en qué estado de gestación ocurre la pérdida. Por supuesto, perder un bebé en el tercer trimestre además de doloroso y duro, es traumático y es una crueldad de la vida, pero eso no hace que si la pérdida ocurre en el primer trimestre sea menos dolorosa y dura. Pero es un duelo que no existe en la sociedad, rápidamente se te exige que olvides lo que ha pasado, que pases página, que sigas adelante cuando lo que necesitas es hacer tu proceso de duelo, llorar, reflexionar, encerrarte en ti misma si te lo pide el cuerpo o hablar del tema y sentirte comprendida. Lo que no necesitas son los comentarios bienintencionados que se supone que te consuelan pero que lo que consiguen es que te sientas peor.

Mucha de la ayuda que necesitaba la encontré en internet, leyendo experiencias de otras chicas, descubriendo que lo que estaba viviendo era completamente normal, que no era rara por no poder volver a mi vida normal a los pocos días. Escribo todo esto por si puede ayudar a chicas que estén en pleno proceso de duelo y por si puedo conseguir que alguien que no ha vivido una pérdida gestacional comprenda lo que supone.

Mi bebé era un bebé buscado y amado desde las dos rayas en el test de embarazo, pero un día empecé a manchar un poco, fue a menos pero yo seguía intranquila y cuando por la noche arrancó de nuevo quise ir a urgencias. Allí la eco mostró un saco embrionario que se correspondía a un embarazo de cinco semanas y yo ya estaba de siete. Me dijeron que en breve tendría una regla más fuerte de lo normal que lo limpiaría todo.

Fue como si todo se hundiera, pasé el fin de semana más duro de mi vida y desde entonces viví en una montaña rusa emocional. Yo perdí a mi bebé, me da igual que solo fuera un embrión, que ni siquiera tuviera forma humana, era mi bebé y nunca podré verle la cara y nunca podré darle un beso.

No quise contarlo y lo tragué sola. No podía hablar del tema y no quería oír los típicos comentarios de "mejor ahora que más adelante", "si ha pasado es porque algo iba mal" o "pronto podrás volver a estar embarazada". Son comentarios dichos con buena fe y que no dejan de tener razón, pero no sirven de consuelo. Yo también había dicho cosas por el estilo a gente que ha sufrido un aborto, pero ya nunca más volveré a decir nada parecido, es infinitamente mejor un "lo siento" sincero o un abrazo cálido.



Resumiendo mi historia. Mi ginecóloga me hizo un par de ecografías para confirmar que el embrión no crecía y me aconsejó no hacer legrado, dejar que la naturaleza siguiera su curso y mi cuerpo expulsara los restos (cuesta encontrar una expresión que no duela: expulsar, limpiar, eliminar, quizá sí que lo mejor es hablar de "parir"). Y yo tampoco quería pasar por un legrado, es una intervención sencilla, pero no deja de ser una intervención quirúrgica. Yo prefería dejar que mi cuerpo, de forma natural, expulsara los restos, ya que la recuperación posterior sería más rápida y el proceso en general sería menos frío. Después supe que a esto se le llama manejo expectante.
Pero pasaban los días y las semanas y no ocurría nada. No es un proceso nada fácil, sigo pensando que es la mejor opción pero es algo muy duro y que desgasta mucho.
Al final mi gine, en una eco de control, vio algo raro y pidió que me hicieran una beta y el resultado pareció confirmar sus sospechas: tenía una mola (enfermedad trofoblástica gestacional). Me cayó una losa encima. Una mola es algo bastante raro, es un crecimiento anormal del tejido que formará la placenta que puede llegar a formar un tumor. Hay que revisar si hay o no células cancerígenas (no es lo más probable pero puede suceder). Si las hay, hay que controlarlo desde oncología para que no derive en un cáncer. Si no las hay, hay que controlar por unos meses desde ginecología para que no aparezcan.
El legrado fue rápido y bien. El ginecólogo que me lo hizo, del mismo equipo que mi ginecóloga y que había visto mi ecografía, dijo que al verlo al natural ya no estaba tan seguro de que fuera una mola. Y se mandaron los restos a analizar, a la semana tuve de nuevo visita y allí nos confirmaron que no había mola. Qué descanso. En la eco lo parecía y por lo que fuera la beta había salido alta, cosas que pasan a veces, pero no había mola.
 
Un 20% de embarazos acaban en aborto, normalmente durante el primer trimestre. Uno de cada cinco. Es una estadística salvaje. Es muy común, pero de lo que viene después casi no se habla. No lo tenemos normalizado ni hablamos abiertamente del dolor que produce. Pero a la que buscas encuentras a muchas mujeres que han sufrido lo mismo, sitios como Superando un aborto o Petits amb llum, libros como Las voces olvidadas o La cuna vacía, lo que te hace ver que no eres rara, que no estás exagerando, que no te pasas de dramática, sino que es una experiencia dura que, desde fuera, se suele minimizar porque el bebé no había nacido todavía.

Si quereis leer más sobre el tema os recomiendo esta entrevista a Mónica Álvarez, psicóloga especialista en duelo gestacional y perinatal. La entrevista está dividida en dos partes: aquí la primera y aquí la segunda.
 
Además, yo pasé dos semanas con la mola en la cabeza, el riesgo de cáncer es muy bajo pero está ahí. Mi marido dice que cada vez que cogemos el coche también tenemos un riesgo de tener un accidente grave y ni lo pensamos. Tiene razón pero debe ser que la palabra "cáncer" asusta demasiado. Y también porque es un contrasentido terrible que de algo tan precioso como un embarazo se pueda llegar a derivar algo tan horrible como un cáncer, que sea un acto de amor como lo es querer tener un hijo lo que te pueda llevar a un cáncer.
Por suerte, mi pesadilla duró poco y resultó ser "solo" un aborto, que ya es bastante. Pero no dejo de pensar en aquellas familias en las que no solo tienen que sufrir la pérdida de un embarazo sino que esa pérdida deriva en una mola. Y aun más en aquellas mujeres a que la mola les crea un cáncer. Tiene que ser terrible, durísimo, y aunque no las conozca ni ellas me conozcan a mí, pienso en ellas y les mando mi apoyo en la distancia.

domingo, 12 de enero de 2014

Regalos varios de Navidad

Hago una entrada cajón de sastre para enseñaros todas las cosillas que he preparado durante estas fiestas, para regalos varios.
Un árbol de Navidad para colgar en el ídem, tres colgantes con transferencia de fimo, una camiseta con un árbol de la vida con botones, un llavero con una tortuga de fimo y un anillo con transferencia de fimo.

 
Colgante para el árbol de Navidad
 
 
Colgante con estampado liberty

 
Colgante Londres
 
 
Colgante con estampado liberty
 
 
 Camiseta con árbol de la vida con botones
 
 
Anillo con cuadro de Lebrun
 
 
Llavero con tortuga de fimo
 
¿Qué, con cuál os quedaríais? ¿Os hubiera gustado recibir un regalo así?
 
 

domingo, 5 de enero de 2014

Sudadera Pato Donald

La pequeña Arlet nacerá en unos meses pero ya tiene una sudadera personalizada. Una amiga de su madre quiso hacerle un regalo especial, una sudadera con un dibujo de Pato Donald. Arlet todavía no tiene preferencias y tardará un poco en tenerlas pero a su madre le gusta mucho el Pato Donald, así que seguro que le encantará recibir este regalo para su chiquitina.

Espero que a los futuros papás les guste la sudadera y de que a Arlet le guste más llevarla.
A la amiga que me la encargó le encantó desde el momento que le mandé una foto de la sudadera todavía a medio acabar, con público tan agradecido da gusto... ;)
Y recordad, esta noche vienen los Reyes, id a la cama pronto y que mañana recibáis muchos regalos.