viernes, 30 de diciembre de 2011

Es época de amigos invisibles...

Me declaro fan de los amigos invisibles, especialmente de aquellos que el regalo implica mucho más que ir a una tienda y sacar el monedero, aquellos en los que todo o parte del regalo está hecho a mano, porque un regalo hecho a mano es siempre más especial, no está hecho en serie, es un objeto único y además implica que alguien ha dedicado su tiempo en hacerte algo, alguien que te ha tenido en el pensamiento mientras preparaba tu regalo.
Pues eso, que me declaro fan de los amigos invisibles y por eso he participado en unos cuantos a lo largo de este año que se acaba. El último de ellos ha sido ahora, en Navidad, que por definición es la época de los amigos invisibles...

La pena es que me ha pillado muy ocupada y no he podido hacer tantas manualidades como me hubiera gustado, pero entre lo que he hecho y lo que he comprado parece que mi amiga ha quedado contenta.


Por un lado, unas cookies caseras, que tenían esta pinta y estaban buenísimas. En casa nos quedamos la mayor parte de la hornada y volaron. La pitufina no para de repetir que quiere que haga más galletas...


Y esto otro es un imán para la nevera totalmente personalizado. Su destinataria está enamorada de Londres... ¿y adivinais qué representa el imán?

Pues venga, que nos apetece iniciar una serie que se podría llamar imanes del mundo, pedidnos qué monumentos queréis que decoren vuestra nevera que intentaremos limonearlos. ¿El Taj Majal? ¿La torre de Collserola? ¿El Sacré Coeur? Solo tenéis que pedirlo, que asumiremos el reto!

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